Es reportado que Juwairiyeh, Um-ul-Muminin (la madre de los fieles creyentes) dijo: "Una vez, después de ofrecer la oración del Fajr, el Profeta dejó el área mientras yo me quedaba en el mismo lugar donde yo había ofrecido mis oraciones. Él regresó, me encontró en el mismo punto y dijo: "¿Estás todavía en la misma posición en la que te dejé?" Yo respondí afirmativamente. Él dijo: "Yo pronuncié cuatro frases tres veces cada una y después te dejé. Si estas frases fueran a ser comparadas con todo lo que tú dijiste esta mañana, ellas pesarían más que todas tus afirmaciones, estas frases son: "Toda la Gloria es debida a Alláh, tan numerosas como son las creaciones de Alláh. Toda la Gloria es debida a Alláh, tanto como a Él le place. Toda la Gloria es debida a Alláh tanto como el número de Sus palabras". (Hadiz número 7 de La virtud de alabar a Alláh, el Altísimo al decir "No hay Dios salvo Alláh" y "Glorificado sea Alláh, el Altísimo"-Sahih Al Kalim)
domingo, 17 de mayo de 2009
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