Yabir, radi Allahu taala anhu, relató: "Umar ibn Al-Jattab dijo que un hombre hizo la ablución y dejo (sin lavar) en su pie una pequeña parte del tamaño de una uña, y lo vio el Profeta (salalá ua laihim ua salam) y dijo: Vuelve y haz bien tu ablución. Volvió (a hacerla) y luego hizo la oración". (Sahih Muslim, capítulo VII, es obligatorio lavar todas las partes necesarias para la ablución)
lunes, 20 de abril de 2009
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